El bautismo de Ricardo Iorio en Nono

Parece una locura tirada de los pelos. El mismísimo Ricardo Iorio sumergido en una ceremonia cristiana, alejado del ruido de la gran ciudad y sin el flash de los paparazzi. Resulta difícil imaginarlo ya entregado a las creencias católicas de salvación en pleno corazón de Traslasierra.

Era una locura verlo así, tal vez para unos pocos. Ricardo Iorio estaba sumergido en un rito; propio de aquellos personajes que pueden adueñarse de la energía del lugar y en un momento preciso. Iorio, un personaje tal vez controvertido en las marañas de la cultural argentina. Sin dudas un poeta involucrado  en el compromiso de narrar historias desde ritmos potentes y agresivos. Un observador profundo, que no pierde la sensibilidad, a pesar que lo hace desde un género musical esquivo a ciertos sentimientos naíf.

Pero ahí estaba, con su armadura negra y mojada. Nada más lejos del culto católico. A decir verdad, Ricardo Iorió había elegido ser participe de otro rito de conversión y purificación que propone la fe y la creencia de los hombres.

Eligió la misma forma que Juan el Bautista, padre del bautismo en la fe católica. Prefirió una ceremonia en medio de un escenario original: en las cálidas aguas del río Los Sauces, frente a los Ñuñus. En ese instante se adueño de la energía que irradia el lugar. Un punto geográfico magnifico; un verdadero altar de carácter natural y simbólico para la localidad de Nono.

Entrevista realizada en Nono por el programa "El Visionario" 

del Canal Quiero que conduce Hoby De Fino.

Hace unos días se cumplieron dos años de aquella zambullida de Ricardo Iorio en el río Los Sauces (conocido como Rió Grande). Su visita a Traslasierra se daba para la celebración del séptimo aniversario de la Fundación Espiritual de Argentina, acontecimiento organizado por Ludovica Squirru. El Evento Cultural propone reinventar el país a partir del cambio interior desde Nono. La fiesta se realiza el 4 de diciembre de cada año en Ojo de Agua, paraje ubicado a 8 km al oeste de Nono.